Problemas de conducta
En nuestro gabinete la forma de intervenir en los problemas de conducta varía en función de la edad del niño y de las necesidades que vamos observando en función de cada situación.
En ocasiones la terapia está mucho más centrada en los padres, en ayudarles a gestionar un montón de emociones que surgen en las relaciones con ellos y que en muchas momentos son la causa de los conflictos y de las actitudes negativas de sus hijos.
La importancia de poner límites de manera adecuada
Los padres tienen que aprender a poner límites de una manera adecuada ya que en ocasiones son la causa del problema de conducta de sus hijos.
En otras ocasiones, según van creciendo los niños-adolescentes, la intervención se centra más en ellos. Es fundamental que aprendan a gestionar muchas emociones que no sólo surgen en la interacción con sus padres sino que son propias de su edad.
También en la interacción con sus iguales o en los conflictos que van surgiendo en su interior en esa etapa tan importante de establecimiento de la personalidad que es la adolescencia y que vuelcan en la mayor parte de las ocasiones en ese ámbito familiar de forma inmodulada produciéndose muchas situaciones de malestar.
La familia proporciona el primer, y más importante, contexto social, emocional, interpersonal, económico y cultural para el desarrollo humano. Y como resultado, las relaciones familiares tienen una profunda influencia sobre el bienestar de los niños.
La importancia de la relación padres-hijos
La relación padres-hijo tiene una penetrante influencia sobre el bienestar psicológico, físico, y social de los niños. Las relaciones interpersonales deterioradas dentro de la familia constituyen factores de riesgo comunes y las relaciones interpersonales positivas son factores de protección que están relacionados con una amplia variedad de problemas de salud mental desde la infancia hasta la vejez.
Muchos problemas de salud mental, sociales y económicos, están vinculados con cambios en el funcionamiento de la familia y la ruptura de las relaciones familiares.
Factores de riesgo familiares
Los estudios epidemiológicos indican que los factores de riesgo familiares, como la educación inadecuada, los conflictos familiares y la rotura del matrimonio influyen de forma importante en el desarrollo de los niños. De modo específico, la falta de una relación positiva y cálida con los padres, un apego inseguro, prácticas disciplinarias de dureza, inflexibles, rígidas o inconsistentes; un inadecuada supervisión y relación con los hijos; los conflictos y la ruptura del matrimonio; y la psicopatología de los padres aumentan el riesgo de que los niños desarrollen importantes problemas conductuales y emocionales.
También aumenta el riesgo de que se produzca el abuso de sustancias psicoactivas, conducta antisocial y delincuencia juvenil. Aunque las relaciones familiares son importantes, los padres generalmente reciben poca preparación más allá de la experiencia de haber sido padres ellos mismos, produciéndose la mayor parte del aprendizaje durante la realización de la tarea y por medio del ensayo y error.
Las exigencias de la tarea de padres se complican aún más cuando no tienen acceso a extensos sistemas de apoyo familiar por ejemplo, abuelos, amigos de la familia en quien confiar para recibir consejos sobre la educación de los hijos, no tienen compañero/a o experimentan el estrés de la separación, del divorcio o de unirse a un/a nuevo/a compañero/a.
REF: Manual de Psicología Infantil y del adolescente. Editorial Pirámide. Año 2004
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