¿Tienes alguna duda respecto al servicio de psicología?

Preguntas frecuentes

En esta sección pretendemos aclarar aquellas preguntas frecuentes que han ido surgiendo en nuestro trabajo a lo largo de los años. Esperamos así poderos ayudar a que lo conozcáis mejor.

Si tienes alguna duda respecto al servicio de psicología contacta con nosotros. te responderemos en la mayor brevedad posible.

Estas son las preguntas más frecuentes que nos han realizado:

Normalmente acudimos a un psicólogo cuando existe alguna situación mental de insatisfacción, de sufrimiento, porque percibimos dificultades a la hora de enfrentarnos a aspectos cotidianos de la vida, el trabajo, relaciones personales. Situaciones que no somos capaces de resolver adecuadamente y que van produciendo en nosotros estados de sobrecarga, de malestar que acaban por hacernos sentir mal con nosotros mismos.

En otras ocasiones es a causa de algún acontecimiento traumático, una pérdida, un accidente, una enfermedad. Pero también es cierto que en muchas ocasiones y cada vez más lo hacemos porque queremos potenciarnos, crecer y desarrollarnos para alcanzar nuestros objetivos, es lo que se viene a denominar Coaching, un entrenador personal.

A todas aquellas personas que necesiten encontrar un espacio personal donde superar diferentes situaciones vitales que interfieren de manera negativa en su vida cotidiana.

Acuden a nosotros aquellos que quieren aumentar el conocimiento de sí mismos y desarrollar el potencial interno con el objetivo de llegar al autoapoyo y la autoconfianza.

La duración de un proceso psicoterapeútico es variable, los tiempos no vienen marcados tanto por el terapeuta (asumiendo que el terapeuta tenga una competencia razonablemente adecuada), sino por otros factores que tienen que ver más con la persona que acude al proceso. La construcción de un camino que vaya ayudando a cada persona a ir encontrando un lugar donde sentirse bien depende de lo tiempos que ese problema haya estado en el interior de la persona y de la capacidad que tenga cada uno de de avanzar en esa dirección. Nuestra experiencia nos ha demostrado que aquel que se da el tiempo necesario acaba siempre llegando a la meta.

En cuanto a la frecuencia con la que se debe acudir a consulta la manera ideal de trabajar es una vez a la semana, sobre todo en los momentos iniciales del proceso. Es el terapeuta el que debe de decidir en función de los avances del proceso que esos tiempos varíen. En algunos casos y en función de la situación económica de la persona se puede establecer algún otro tipo de periodicidad.

Trabajamos desde diferentes vertientes de la psicología para adaptarnos a las necesidades de cada persona, creando un espacio de confianza, flexible, donde incrementar conjuntamente el desarrollo de la personalidad. Interviniendo en aquellos conflictos que nos alejan de un estado de salud óptimo.

Es muy importante que el terapeuta sepa adaptarse a la particular idiosincrasia de la mente de cada persona y sepa utilizar diferentes abordajes psicoterapeúticos que la psicología como ciencia ha ido aportando con el tiempo a la resolución de los conflictos psicológico-emocionales que atascan a menudo al ser humano.

El psicólogo se rige por un código deontológico, que en su artículo 40 especifica en que se basa el secreto profesional y que consiste en que. “Toda la información que el/la Psicólogo/a recoge en el ejercicio de su profesión, sea en manifestaciones verbales expresas de sus clientes, sea en datos psicotécnicos o en otras observaciones profesionales practicadas, está sujeta a un deber y a un derecho de secreto profesional, del que sólo podría ser eximido por el consentimiento expreso del cliente”. El secreto profesional es un encuadre necesario para que la persona pueda depositar la confianza necesaria en el terapeuta acerca de que toda la información depositada en cada sesión de trabajo es íntima y personal y nunca podrá exponerse fuera de dicha sesión, salvo consentimiento expreso de dicha persona y siempre preservando el anonimato.

El precio de cada sesión es variable, no hay una tarifa oficial que marque el Colegio Profesional de de Psicólogos, depende de cada terapeuta. En nuestro gabinete consideramos que el precio no es un impedimento para que una persona que requiera de nuestra ayuda pueda recibirla. Siempre hay fórmulas para poder trabajar, o bien mediante la utilización de bonos, o bien dilatando la periodicidad de las sesiones en función de las posibilidades económicas de cada persona. Intentamos que en situaciones difíciles, personas en paro o con escasez de recursos, estudiantes, etc., puedan acceder a nuestros servicios. Nuestra recomendación es que se dude de aquellos precios excesivamente baratos o caros.

A lo largo de los años es uno de los planteamientos más recurrentes. A nuestro Gabinete acuden muchas personas que se encuentran en una situación de malestar emocional y que dudan acerca de que camino seguir: “El médico/psiquiatra me ha recetado psicofármacos pero no se que hacer”, “Estoy tomando un ansiolítico y un antidepresivo desde hace años pero no me encuentro bien”, “Tengo miedo a los efectos secundarios de los psicofármacos”.

El psicólogo utiliza la palabra para enfrentar el sufrimiento psicológico y el psiquiatra un psicofármaco. En ocasiones y cuando el sufrimiento psicológico es grande un psicofármaco puede ser absolutamente necesario, pero en la mayoría de las situaciones de malestar emocional la terapia basada en la palabra va a resolver ese sufrimiento y además sin efectos secundarios.

Una psicoterapia es válida en función de la capacitación profesional de un psicoterapeuta y de las condiciones en las que trabaja. El problema que nos encontramos en los Centros de salud es que no hay suficientes profesionales que puedan absorber la gran demanda que hay en la sociedad y el tiempo que pueden dedicar a cada persona es claramente insuficiente. Su trabajo se ve muy condicionado por la ausencia de ese tiempo necesario para cada intervención. A su vez los honorarios que imponen los seguros privados a las clínicas que trabajan con ellos son muy limitados y también condicionan la intervención, teniendo que acortar el tiempo de las sesiones en muchos casos y con un número de sesiones que no cubre las necesidades de un proceso.

Durante muchos años la figura de un psicólogo, desde el desconocimiento, se ha relacionado con la de un profesional que trataba con locos. La figura de un psicólogo ha cambiado mucho durante estos últimos años y aunque todavía hoy existe cierto pudor, estigma, acerca de lo que significa acudir a una consulta, su figura se ha integrado en la sociedad. Un psicólogo es un profesional que fundamentalmente nos ayuda a no sufrir cuando no es necesario, a mejorar nuestra inteligencia emocional, nuestras relaciones interpersonales, aprender a querernos y aceptarnos como somos, desarrollarnos a nivel profesional y un sin fin de razones que podríamos argumentar para justificar esa figura que nada tienen que ver con la locura. Por otro lado, ¿acudir a un terapeuta es un síntoma de debilidad?, ¿reconocer que todos tenemos debilidades y aspectos en los que aprender y superarnos nos hace débiles o es la realidad de todo ser humano y nos hace fuertes?. El débil es aquel que no reconoce que tiene problemas o no puede enfrentarlos, los niega.

Colegio oficial de la psicología de madrid M-13527

Estas son las preguntas más frecuentes que nos han realizado:

1. Cuando saber si es necesaria una psicoterapia

2. A quién va dirigido

3. Cuánto puede durar un proceso psicoterapeútico y cuál es su frecuencia

4. Cómo trabajamos

5. Existe el secreto profesional

6. Cuánto cuesta una Psicoterapia

7. Psicología y Psiquiatría

8. Son válidas las psicoterapias a través de un seguro médico privado o de un Centro de Salud

9. Psicología versus debilidad/locura

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