Conductas repetitivas que se realizan según determinadas reglas de forma estereotipada

TOC

El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) perteneciente al grupo de los desórdenes de ansiedad y se caracteriza por:

Obsesiones

Son ideas, pensamientos, imágenes o impulsos recurrentes y persistentes que invaden la conciencia y son vividos como exagerados o sin sentido, a veces como repugnantes.

La persona intenta ignorarlos o suprimirlos, a veces sin conseguirlo. Es entonces cuando se ponen en marcha las conductas compulsivas encaminadas a reducir la ansiedad motivada por la obsesión.

Compulsiones

Se trata de conductas repetitivas que se realizan según determinadas reglas de forma estereotipada y cuya principal función es reducir la ansiedad provocada por la obsesión.

La conducta no es un fin en sí misma, sino que está diseñada para producir o evitar algún acontecimiento o situación futura, relacionados con la obsesión en cuestión, por lo que su realización reduce la ansiedad provocada por la última. Sin embargo, o bien la actividad no se halla conectada de forma realista con lo que se pretende impedir o provocar, o bien puede ser claramente excesiva.

El acto se realiza con una sensación de compulsión subjetiva junto con un deseo de resistirse a la compulsión, al menos inicialmente.

Por lo general, el individuo reconoce la falta de sentido de la conducta (algo que no siempre ocurre en niños pequeños) y no obtiene placer en realizar esta actividad, aunque esta disminuye la ansiedad provocada por su obsesión.

La persona enseguida nota que una sola compulsión o «ritual» no basta para reducir su ansiedad, con lo que se ve obligado a repetir o aumentar el ritual (círculo vicioso).

Verificar varias veces las mismas cosas una y otra vez

Ejemplos típicos son verificar varias veces las mismas cosas una y otra vez, en la repetición de patrones obtiene una reducción inmediata del malestar. Este comportamiento es claramente contraproducente ya que con ellos está reforzando la dinámica del trastorno.

Las obsesiones y las compulsiones son una fuente significativa de malestar para el individuo o interfieren en el funcionamiento social, laboral y en su actividad diaria, ocupando gran parte del tiempo del individuo.

Generalmente el afectado es consciente de la irracionalidad de su trastorno, y puede sentir culpa y vergüenza por ello, o tener «miedo de volverse loco».

Cada ritual, o patrón de rituales, está ligado a una misma obsesión, y el enfermo «tiene» que realizar varios a lo largo del día. Esto acarrea una gran pérdida de tiempo y malestar en su vida diaria.

En Emociona psicología tratamos el trastorno obsesivo-compulsivo, contacta con nosotros, podemos ayudarte.

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